Dientecillos

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martes, 5 de octubre de 2010

El poblado

Era un día como otro cualquiera. Los pájaros volaban por un cielo apenas sin nubes. La gente salía a las calles a pasear. Los árboles lloraban hojas secas y la vida continuaba. Mientras tanto, una esfera rojiza y resplandeciente se escondía tras las montañas-a lo lejos-, y enrojecía el firmamento, haciendo de éste una obra de arte digna de un pintor carismático. Toda esa paz se vio interrumpida cuando un niño avistó un hombre muerto, con heridas en las manos, tan profundas que incluso se podía intuir el hueso del dedo índice. Un cuervo reposaba en la cabeza del muerto, ladeando la cabeza. Sin previo aviso, el cuervo introdujo su afilado pico en el hueco del ojo derecho y cegó al cuerpo que premanecía estirado en el suelo, cubierto con una manta de cintura para abajo.

Un grito acompañó el silencio que se formó después del hallazgo. Todos en el pueblo cerraron los pestillos de las puertas e incluso algunos abrieron y volvieron a cerrar para asegurarse de que nadie pudiera entrar. El niño siguió llorando, desconsolado, solo en el atardecer. Miró la iglesia y corrió hacia ella. Nadie se encontraba en el pueblo, solo él recorría las calles. Aporreó las puertas de la iglesia con fuerza. No obtuvo respuesta. Continuó aporreando la puerta hasta que le sangraron los nudillos, se despellejaron y el hueso se hacia visible entre tanta sangre que caía por la palma y el dorso de las manos. Entonces el portón se abrió.

Entró sin pensárselo y vio-gracias a la iluminación que otorgaban la velas-, que allí no había nadie. Era un lugar abandonado, no como las viviendas. Tenía frío y se sentía solo. Llevaba seis días sin probar algo más que tierra mojada en aceite del candil que guardaba en la mochila de viaje. Esperaba mantenerse con vida allí dentro, pero la verdad es que la fiera que había acabado con la vida del hombre que yacía en las calles de aquel poblado, lo iría a buscar y no se detendría hasta saciar su sed de venganza.

La leyenda dice que en aquel pueblo no nacen niños, pero esta no es la verdad, la verdad es que una bestia se los arrancaba de las manos a los habitantes de aquel lugar. Si no encontraba alguna criatura, siempre se conformaba con arrebatarle la vida a algún adulto.

an original idea created and written by: Stev Molain(me)

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3 comentarios:

  1. Ala, que majo el bichejo! =A= Comeniños!*no sera la Julia... xD*

    Muy buenas las descripciones, para mi estan perfectas asi. Concisas, MUY descriptivas -lo del cuevo me ha dado asco xDD en serio- y agilizan la lectura.

    seré buena gente y te daré un +50 ~

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  2. madre mía!!
    primero la descripción, muy de tu estilo, que me encanta!!
    luego el muerto.. y.. buf, qué mal lo he pasado XDD con el cuervo y todo..
    y para rematar.. el pobre niño..

    si es que tienes unas ideas...

    mola muchísimo el texto ^^

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